¿Cómo los pensamientos afectan la energía?
¡Bienvenidos a mi blog! En esta edición, exploraremos un poquito el fascinante mundo de cómo nuestros pensamientos influyen en nuestra energía vital.
Para empezar, es fundamental comprender que nuestros pensamientos no son simples procesos mentales abstractos, ya que están estrechamente relacionados con nuestra fisiología.
Cada pensamiento emite señales eléctricas y libera neurotransmisores que afectan nuestro estado de ánimo y energía.
Los pensamientos negativos, como el miedo, la ira o la autocrítica, pueden tener un efecto devastador en nuestra energía vital.
Estos pensamientos desencadenan respuestas de estrés en nuestro cuerpo, elevando niveles de cortisol, disminuyendo nuestra vibración energética que nos lleva mas fácilmente a enfermarnos tanto física como psíquicamente.
¿Porque podemos llegar a hacer de los pensamientos negativos y catastróficos un hábito que crea un laberinto del cual no podemos salir?
Aquí es donde entran en juego varias posibilidades:
Como primera instancia pudiera ser que nuestra infancia puede tener un impacto significativo en nuestra salud mental en la adultez.
Experiencias negativas, traumas o patrones de crianza pueden contribuir a pensamientos negativos en la vida adulta de varias maneras:
Modelado de Comportamiento: Si creciste en un entorno donde los adultos cercanos a ti mostraban pensamientos negativos o pesimistas, es posible que hayas aprendido a pensar de esa manera y lo internalices.
Trauma Infantil: Los traumas de la infancia pueden dejar cicatrices emocionales y contribuir a la negatividad en la edad adulta si no se tratan adecuadamente.
Autoestima: Experiencias de infancia, como el bullying o la falta de apoyo emocional, pueden afectar la autoestima y llevar a pensamientos negativos sobre uno mismo en la adultez.
Patrones Cognitivos: Los patrones de pensamiento desarrollados en la infancia, como el perfeccionismo o el miedo al fracaso, pueden llevar a la rumiación y la negatividad en la edad adulta.
Estrés Familiar: Si creciste en un hogar con altos niveles de estrés o conflicto, es posible que eso influya en tu capacidad para lidiar con el estrés en la vida adulta.
Así mismo, nuestra epigenética pudiera influir también, recordemos que somos un ADN y un 98% de este código genético es una programación en base a los conflictos emocionales que causaron un drama / trauma en nuestros ancestros que no se pudo solucionar y que la biología toma como un peligro, tratando a toda costa que las generaciones siguientes eviten ese drama / trauma.
“Como le fué en la feria a los de arriba, es como se permea la información para los de abajo”.
Esto es lo que nos ocasiona muchas veces el vivirnos en ese hábito negativo simplemente como mecanismo de defensa para evitar algo que el inconsciente considera peligroso y que puede traer como consecuencia esos pensamientos que alteran nuestra biología y la desarmonizan.
También este hábito puede venir adquirido de:
El tiempo que estuvimos en gestación en el vientre de mamá, de sus emociones
De la dinámica de pareja de mamá y papá durante la infancia
Recordemos que la mayor parte de lo que somos y lo que elegimos viene de la combinación de lo mencionado anteriormente y además de lo que observamos del entorno y núcleo familiar cuando estábamos en desarrollo, además de lo que nos inculcaron y enseñaron.
Es por eso la importancia de darte cuenta cómo es que estás formado desde tu ADN y tu historia de desarrollo, para poder desprenderte de todas esas memorias que lejos de hacerte un bien, te están impidiendo estar en armonía.
Una vez identificando el origen de nuestros pensamientos negativos, es mas fácil y liberar lo que no nos sirve.
A través de prácticas cómo la meditación y la visualización, podemos ayudarnos reconfigurar nuestra mente y cultivar pensamientos y emociones más positivos.
O bien con corrernos las barras (proceso de Access Consciousness) es una alternativa amigable y muy efectiva.
Además, las prácticas de movimiento corporal, como el yoga y el pilates, son de gran ayuda para recordarnos cómo estar en el momento presente y cómo respirar adecuadamente y lo que nos lleva a estar más tranquilos y con pensamientos mas armónicos.
En conclusión, recordemos que nuestros pensamientos son una herramienta poderosa para dar forma a nuestra energía y, en última instancia, a nuestra vida. La toma de conciencia de nuestros pensamientos y la práctica constante de la positividad pueden conducir a una mayor armonía y bienestar.
¡Gracias por ser parte de esta comunidad y por permitirme compartirte esta información que espero sea de gran ayuda!
Te veo pronto!
Edna.